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La piel a los 40 aņos

A partir de esta edad, la piel presenta una serie de características vinculadas con el proceso natural de envejecimiento. Aquí, cuatro expertos revelan los cuidados para mantenerla sana.   

Por Alison Delplace. 

Para partir, dos principios conocidos: La piel es el órgano mas extenso y es el que más interactúa con el medio ambiente, pues forma una barrera cutánea, por lo que hay que mantenerla limpia e hidratada para tener un cutis sano. Es, además, un órgano a través del cual se manifiestan varios signos de envejecimiento a partir de los 40 años.

-Pérdida de agua: "En la dermis existen proteínas que atrapan moléculas de agua y entregan ese aporte hídrico al resto de las estructuras que lo componen. Esta disminución se traduce en una pérdida de la turgencia de la piel y sequedad con descamación fina de ésta", explica el dermatólogo Gonzalo Pantoja. Esta sequedad es paulatina y se ve exacerbada por el uso de jabones agresivos para el cutis.

-Menos aceites naturales: Según el experto, también se da una pérdida gradual de glándulas sebáceas y una hay disminución de los mecanismos para lubricar la piel con aceites y sebo naturales. "Es por eso que ésta se hace más opaca con el paso del tiempo", comenta Pantoja.

-La dermis se desorganiza: La dermatóloga Cecilia Orlandi explica que en las pieles jóvenes, la epidermis se une con la dermis, lo que proporciona una excelente conexión entre ambas capas del cutis, pues la dermis se mantiene firme con mucha actividad de los fibroblastos que forman las fibras colágenas y elásticas. Con los años, se va aplanando la unión entre estas dos capas y se "desorganiza" la dermis, la que además de perder su consistencia, favorece la aparición de arrugas en la epidermis.

Los cinco básicos

-Estimular la producción de colágeno: Paulina Pérez, encargada de relaciones médicas y formación científica de los laboratorios Vichy, explica que la década de los 40 representa el paso en el cual las arrugas se comienzan a profundizar, por lo que recomienda recurrir a un producto específico para estimular la producción de colágeno y tratar la pérdida de firmeza y las arrugas de la piel.

Luego de los 50 años, los expertos señalan que la piel se vuelve aún más fina debido a su pérdida de resistencia y firmeza, lo que se traduce en pérdida de densidad cutánea.

-Elegir el tratamiento adecuado: "Dependiendo de los signos del envejecimiento que se observen, se debe elegir el tratamiento adecuado", dice Pérez. En cuanto a los cuidados cutáneos, la dermatóloga Claudia de la Cruz, de la Clínica Dermovein, explica que lo más importante para tener una piel saludable es mantener una alimentación balanceada, tomar agua, evitar el cigarro y mantener un hábito de limpieza e hidratación acorde con el tipo de piel. "Es primordial actuar en forma preventiva, y comenzar a limpiar e hidratar la cara precozmente, alrededor de los 20 años", enfatiza.

-No exponerse al sol: El estilo de vida influye en el proceso de cómo envejece nuestra piel. Las personas muy expuestas al sol presentarán signos de envejecimiento mucho mas pronunciados que los pacientes que se cuidan de la radiación ultravioleta. Agrega que la aparición de manchas café (léntigos), dilataciones vasculares (telangiectasias), enrojecimiento de la piel (rosácea), rugosidades (queratosis) y atrofia cutánea son algunos de los signos clásicos que empiezan a aparecer progresivamente después de los 40 años. "Estos daños aumentan si los cuidados y precauciones con respeto al daño solar son pobres", explica Pantoja.

Todos los expertos consultados recomiendan como una medida básica el uso de un protector solar, ojalá alto, todo el año. "Su uso es imprescindible si se quiere retardar la aparición de arrugas, aunque frenarlas es imposible, sólo retrasarlas", agrega la doctora Orlandi.

-Utilizar nutricosméticos: Junto con lo anterior, se puede agregar nutricosméticos, es decir, compuestos orales que complementan la alimentación diaria. Muchos de ellos incorporan una combinación equilibrada de aceites de pescado, especialmente omega 3, licopenos y betacarotenos. No deben ser megadosis de vitaminas, sino los que vienen diseñados como nutricosméticos para evitar sobredosis de vitaminas que, en vez de ayudar, dañarían más nuestros tejidos.

-Recurrir a los tratamientos tópicos: Claudia de la Cruz destaca a los diferentes tipos de alfahidroxiácidos y vitaminas en alta concentración en forma de suero. "Después de tres meses de uso, la piel mejora en textura y luminosidad. Por supuesto, para mayores resultados o para pieles que lo requieren", dice la dermatóloga.

Publicado el 30/11/2010

Fuente: Revista Ya -El Mercurio